viernes, 27 de junio de 2014

Nota viajera Día 2

Luego de dormir y pasar la noche en un hermoso hostel Rosa Mística, arranque la mañana muy feliz, con un rico desayuno  frente al mar, la sensación, la alegría que rodea mi alma en éste momento es completamente obvia si ven mi cara.
Luego de varios minutos de contempar la olas mañaneras, camino rumbo al centro para conseguir cambio y poder abonar mi estadía, e instalarme en el dpto donde me esperan.

Finalmente, después de tantas idas y venidas y varios desencuentros, podemos coordinar con Lore.. nos vamos a la playa y al fin mis pies vuelven a tocar el mar después de 13 años. Ya no recordaba el sabor espeso de la sal, las olas rompiendo contra mi, el arena tan suave como el harina en mis pies. Pasamos un rato al sol, luego almorzamos 'conchudito con ojos' (jaja otro día les digo que es)... al fin llegue al dpto donde ya me instale. Descanse solo unas dos hs y partí rumbo a mi primer día de práctica laboral ecuatoriano.

Llego a sumbawa. Y allí me espera Pablo, mi compañero, del sur argento pero con el alma repartida por el mundo.
Del trabajo no puedo contar mucho, es más de lo mismo, un malasia ecuatoriano y no más. Pero Pablo, un hombre libre, viajero, amante de los deportes, super laburador y responsable, enamorado de su perro Vicente. Completamente sensible, entrador, simpático, pero su mirada triste.

Ok. termina el día. Llego a casa con mi cena, dos empanaditas de jamón y queso al estilo montañita, agua y mucho mucho sueño.



*Nota al Margen:
Olvide contarles que el primer día, mientras vagaba sola sin rumbo por las calles céntricas colmadas de gente y puestos de venta ambulantes, Conocí tres hippies (o pijis, como les dicen acá). Dos uruguayas, una de ellas Maca, una genia, estudiante de veterinaria y aventurera como pocas, en su primer viaje conoció a su novio holandés (creo) y la muy grosa se lo trajo, y acá están.. vendiendo y disfrutando.. y Alexis, un colombiano cincuentón, un tanto confianzudo, pero buena onda, según él, contador público, quien con toda la amabilidad, me vio aburrida y para pasar el rato me enseño a entrelazar una cadena haciendo eslabón por eslabón, con alambre de alpaca.. ahí descubrí que necesito más paciencia en mi vida!!


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09 mayo 2014 - Montañita Ecuador

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